lunes, 15 de diciembre de 2014

Pon un Maileg en tu vida.


Es cierto, no os voy a engañar. Hay juguetes, muñecos y cosas "de peques" que gustan más a las madres que a los propios niños.
Pero a veces también ocurre que ambas partes están rotundamente de acuerdo.
Es el caso de Maileg , una casa danesa que lleva creando estos muñecos de trapo desde 1999 con un estilo atemporal e inconfundible.

Son éxito de ventas en muchos paises de Europa, Estados Unidos y Canadá, y no es para menos.

Sus muñecos se caracterizan por tener un aspecto muy dulce y cuidado, con un diseño al que no le falta detalle.





Hay varias líneas de muñecos. Por una parte están los Bunnies, preciosos conejitos en varios tamaños y de disferentes estilos. La familia al completo, desde el recién nacido -tamaño micro- hasta el más grande -tamaño mega maxi-.




Y por otra parte los ratoncitos, entre los que destaco el "Hada de los dientes" (o lo que aquí llamamos Ratoncito Pérez), que incluye su propia camita (una caja de cerillas) y un compartimento para guardar el diente (donde a la mañana siguiente habrá una moneda).




Existen también distintas colecciones según la época del año, la de Navidad (con adornos para el árbol, calendarios de Adviento, etc) , la de Semana Santa (con los famosos Easter eggs) y una edición especial para cumpleaños.










Además de los muñecos, Maileg nos ofrece un sin fín de complementos para jugar con ellos, desde ropa hasta cunitas, tronas y todo tipo de mobiliario.





Pero atención, que esto no es todo. También existen otro tipo de personajes, como el ciervo (por el que siento cierta debilidad), varios zorros, una gatita presumida, un hada, payasos...e incluso un barco pirata cuyos protagonistas son sonajeros. El catálogo es amplísimo. ¡Si tienen hasta sección de papelería!









Definitivamente creo que esta marca enamora a niños y adultos con su sencillez y con la ternura que transmite.







A mí ya me han conquistado. ¿Y a vosotros?


Espero haberos ayudado con una idea más para estas Navidades. Podéis conseguir varios modelos en la shop de Köttbullar & Mjölk , la tienda de Barcelona de la que os hablé en un post del mes de noviembre.

¡Que tengáis un buen comienzo de semana!

viernes, 12 de diciembre de 2014

Pop up de Kenay Home en Madrid.


Hace una semana bajé a Madrid a conocer a un bebé precioso que acaba de llegar a la familia.
Como su querida madre y yo compartimos locura por las cosas bonitas, quedamos para vernos en la Pop up de Kenay Home que organizaba Ciento y pico, en el número 14 de la calle Velarde (Malasaña) del 4 al 8 de diciembre. 




Kenay Home sólo tiene tienda física en Valencia, así que la mayoría compramos en su shop on line (o nos pasamos de vez en cuando para ponernos los dientes largos).

Esta vez tenía la ocasión de ver en directo y poder tocar todos los artículos de decoración que tantas veces había visto a través de la pantalla, así que no me lo pensé dos veces.





Todos los artículos tienen algo en común: se caracterizan por su sencillez. En tonos pastel, blanco y madera natural, para transmitir luz y serenidad y crear en tu casa una atmósfera luminosa y limpia.

Éste tipo de decoración me encanta y encaja mucho conmigo, así que nada más entrar por la puerta tuve que contener mi entusiasmo (y mi cartera).
La verdad es que me dieron ganas de mudarme para empezar a decorar una casa desde cero, añadiendo un montón de detalles. ¡Se me agolpaban las ideas!
Me quedé con las casitas de madera pegadas a la retina, y con varias alfombras y cojines.




Muchas de las cosas que ví tenían temática navideña, dadas las fechas en las que nos encontrábamos. Árboles minimalistas en madera lacada, portavelas con las figuras de los tres Reyes Magos, guirnaldas de luces, estrellas...






También ví la 'word banner' de Omm Desing en negro (yo la tengo en color, en la habitación de mi hija), en este caso, utilizada para decorar el cabecero en el dormitorio.




Encontré mucha inspiración para hacer algunos cambios en el futuro...y ya tengo nuevos fichajes en mi lista de deseos:


Este tipo de escaleras me chiflan para darle un toque al salón, o incluso a nuestra habitación. (Si se os ha ido la vista a la vitrina, os comprendo, a mi también me encanta, pero en mi caso juega en desventaja con la falta de espacio).



Las cajas de almacenaje en madera, para cualquier rincón.



Esta lámpara estrella fué para mí la joya de la corona. Ya le había puesto los ojos encima en la shop. 
Algún día no muy lejano la veré en nuestro dormitorio, en la mesilla o en una estantería. ¡Es una pasada!

 


 Me llevé muchas ideas y una guirnalda de rodajas de madera (en la que se lee "I love Xmas") que ya luce detrás del árbol en mi casa.



***

Lo mejor de la Navidad, además de lo obvio (compartir tiempo con la familia) es poder asistir a Pop ups y mercadillos navideños como éste. Estamos tan acostumbrados a ir de compras "sin pensar" que terminamos como zombies en las grandes cadenas como El Corte Inglés o Zara.

Desde aquí, mi humilde "pequeño cajón", os invito a todos a que estas Navidades compréis vuestros regalos en tiendas independientes, cuyos propiertarios eligen cuidadosamente y con mimo sus productos o incluso los hacen a mano. Seguro que encontráis el regalo perfecto. Al menos distinto y original.

Próximamente hay varios mercadillos que no os podéis perder (y a los que estoy deseando acudir):

1. Christmas Market de StopandshopSpain. Los días 17-20 de Diciembre en la calle Melquiades Álvarez 12, Oviedo. Como viene siendo habitual en Navidad, varias firmas y tiendas locales se agrupan en este mercadillo que siempre es un éxito.   

 

2. The Hovse. Del 21 de noviembre al 24 de diciembre en la calle General Arrando, 40. Madrid. Una pop up store con multitud de marcas y colaboradores en una preciosa casa de tres plantas en pleno barrio de Salamanca.


3. Meaning Christmas Market. Del 12 de diciembre hasta el 5 de enero. Palacio de Santa Bárbara (c/Hortaleza 87. Madrid). Más de 40 marcas, un propósito social y una terraza que promete (y mucho).




Os lo iré contando todo en el blog...


¡Feliz fín de semana!

martes, 2 de diciembre de 2014

Reaprendiendo a escribir.





No todo el mundo disfruta escribiendo a mano. 
Hay quien no se interesa. Otros a los que quizá las prisas y el ajetreo diario no les permiten preocuparse por escribir bonito. Otros que ya no están acostumbrados, ya que es más común teclear en un ordenador que coger bolígrafo y papel...
Pero hay personas a las que les encanta dejar notas, tomar apuntes, enviar tarjetas...personas a las que les horroriza un tachón y que son capaces de repetir la misma hoja diez veces hasta estar contentos con el resultado. Personas a las que, como a mí, siempre les ha gustado escribir y nos hemos preocupado por nuestra caligrafía, por hacer que todo tuviera cierta armonía, por evitar esos malditos bolis que dejan "pegotes", aunque estemos apuntando la lista de la compra. 
Personas que pierden la cabeza en una papelería y tardan una hora en escoger la pluma o el rotulador adecuados. ¿Os suena? Pues si es así, seguid leyendo.

Hace muy poco descubrí (Instagram, qué majo eres) a Laura, de Three Feelings, y supe que iba a dar un curso de caligrafía aquí en Oviedo. Me puse tan nerviosa que casi salto del sofá...¡éste tenía que ser mi regalo de cumpleaños por adelantado!

Hace como mil años que no escribo con pluma y nunca he probado la oblicua, así que me moría de ganas de empezar.

El pasado domingo 30 de Noviembre, a las diez y media de la mañana daba comienzo el taller. Cada alumna tenía su material preparado en la mesa, junto a su nombre.



En cuanto estuvimos todas, nos pusimos manos a la obra con el alfabeto Copperplate, empezando por las mayúsculas.
Reconozco que ese arte "casi perdido" de usar pluma y tintero me pareció mágico en cierto modo, y muy muy relajante.




Siguiendo las pautas de Laura, empezamos a trazar letras, cuidando los movimientos que debíamos seguir para cada una de ellas. Así, al cabo de un rato, pasamos a las minúsculas...y cuando quisimos darnos cuenta habían transcurrido ya las tres horas que duraba el curso. Increíble.
Todas estábamos de acuerdo en algo: ¡Se nos había hecho cortísimo!

Espero poder repetir algún día, eso seguro, pero hasta entonces, aquí tengo mi material para seguir practicando en casa.








Gracias, Laura, por una mañana genial.



 ¡Hasta pronto!